Ahora, hablemos del Índice de desarrollo humano ajustado por desigualdad (IDHD).
¿Qué es el IDHD? Pues según Wikipedia,
De acuerdo al informe, el IDHD es una “medición del nivel de desarrollo humano promedio de la gente en una sociedad una vez que la desigualdad ha sido tomada en cuenta. Captura el Índice de Desarrollo Humano (IDH) de la persona promedio en una sociedad, el cual es menor al IDH agregado cuando hay desigualdad en la distribución de la salud, educación e ingreso. Bajo igualdad perfecta, el IDH y el IDHD son iguales; a mayor diferencia entre ambos, mayor la desigualdad.” En ese sentido, “el IDHD es el real nivel de desarrollo humano (tomando en cuenta la desigualdad), mientras que el IDH puede ser visto como el potencial índice de desarrollo humano que pudiera ser alcanzado de no haber desigualdad.”
Entonces, el IDHD, al igual que el IDH, el PBI per-capita y el coeficiente de GINI, nos da una idea del nivel de calidad de vida en un país pero, por su descripción, parece ser una herramienta más completa ya que engloba varias variables de suma importancia como las mencionadas lineas arriba.
Así es, amigo lector, suena interesante. Entonces, comparemos el IDHD de las distintas naciones de América Latina y veamos los resultados en la tabla que aparece líneas más abajo. Cabe mencionar que Cuba y Paraguay no son incluidos por falta de data.
Como se puede apreciar, Chile es el país latinoamericano con el IDHD más alto, seguido muy de cerca por Uruguay y Argentina. Este resultado no sorprende ya que sus niveles de IDH también son los más elevados de la región (sus niveles de PBI per-capita también lo son, por cierto). Por otra parte, estos resultados tampoco levantan sospechas ya que si usted, amigo lector, ha estado alguna vez en estos países, podrá comprobar que, efectivamente, la calidad de vida allí es superior a la de otras naciones como Ecuador, Venezuela, Cuba o Perú. Es decir, se corresponde con la realidad.
Lo mismo puede ser dicho de Honduras, Bolivia, Nicaragua y Guatemala. No hacen falta más comentarios al respecto.
Pero aquello que llama fuertemente la atención es el caso de Costa Rica y Panama, ya que el primero sube varias posiciones en el ranking una vez que la desigualdad es tomada en cuenta mientras que en el caso del segundo ocurre todo lo contrario.
Algo que también atrae nuestras miradas son los casos de Uruguay y Argentina; de Venezuela y Perú; de Ecuador y Brasil; y el de Bolivia y Honduras; ya que intercambian posiciones en el ranking una vez se ha tomado en cuenta la desigualdad.
Otra cosa que cabe resaltar es el caso de Brasil que, a pesar de ser la economía más grande de la región y ser uno de los cuatro BRICS, posee un IDH y un IDHD bastante bajos, algo muy similar a lo que ocurre con China.
Es necesario mencionar que ninguno de los países de América Latina obtiene un IDHD suficientemente elevado como para ser considerado dentro de las naciones ALTAMENTE DESARROLLADAS (0.727 para arriba) y que los países comprendidos entre Chile y Venezuela se ubican dentro del rango de naciones con un IDHD ALTO mientras que el resto oscila entre un IDHD MEDIO y BAJO. En efecto, América Latina en su conjunto no queda bien parada en este aspecto.
Entonces, amigo lector, el IDHD quizá sea la mejor manera de medir la calidad de vida de una nación ya que engloba muchas variables ligadas a este aspecto y cuyos resultados parecen corresponderse con la realidad.
No obstante, este es un indicador nuevo (se emplea desde el 2012) por lo cual aun tiene algunos defectos por mejorar en cuanto a su calculo y del cual no se podrá observar su evolución a través del tiempo sino hasta aun dentro de algunos años.
Por ultimo, quizá América Latina sea la región que más necesite de este nuevo indicador (el IDHD) a la hora de medir el nivel de desarrollo humano de sus habitantes debido a que, como mencionamos anteriormente, tiene en la desigualdad a su eterno talón de Aquiles.
Y no por nada lleva este apodo ya que la desigualdad ha traído consigo enormes problemas como los conflictos internos armados, el descontento social y un gran numero de dictaduras que amenazan con volver a sumir a la región en el perenne subdesarrollo pese a su extraordinario avance económico durante la ultima década.
En conclusión, amigo lector, le sugerimos emplear este indicador por sobre todos los demás a la hora que desee hacer un análisis sobre la calidad de vida para una determinada sociedad, mas no podemos dejar de recomendarle que tome en cuenta otras variables relacionadas a este tema como la inflación y el indice de homicidios.
Eso fue todo con respecto a la calidad de vida. Esperemos que estas entradas hayan sido de su agrado. Saludos y hasta otra oportunidad.
Café con Lenin 
“…el coeficiente de GINI muestre que el socialismo sí hace más igualitarias a las personas, pero lo que no nos dice es que también las [hace] igualitariamente más pobres.”
No sé si comenzar los análisis con éste tipo de Juicios de Valor sea lo más objetivo y desideologizado como para un análisis económico. Sería lo mismo el decir que el aumento en el PIB en las sociedades capitalistas reditúa en beneficio de toda sociedad.
No sé por qué el post de “El Índice de Desarrollo Humano en América Latina” no tiene una cita como “el IDH muestra que el capitalismo hace más ricas a las personas, pero lo que no nos dice es que las hace desigualmente ricas”
Así como se hace parecer que es una mentira el utilizar el coeficiente de GINI para demostrar la riqueza, igualmente sería una mentira utilizar el crecimiento del PIB para hablar de bienestar. Como cuando EU y Corea del Sur, de estar en buenas posiciones en el IDH, se desploman brutalmente al IHD ajustado por desigualdad.
Cierto es que es falaz usar los datos de una u otra forma y declarar algo, como el subrayar y destacar la paja sólo en el ojo ajeno. Hay que trabajar por herramientas y métodos de medición desideologizados, y utilizarlos de la misma forma.
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Esa frase, que aparece entre comillas, es en realidad la conclusión o resumen del análisis, no el comienzo.
Y es que concluimos en que el Indice de GINI, por si solo no nos dice el nivel de bienestar de una sociedad ya que solo expone que naciones reparten mejor su RIQUEZA (ojo, sólo riqueza, no se habla de otros tipos de desigualdad).
Pero el que un país reparta mejor su riqueza no significa que tenga un mayor nivel de bienestar que uno que uno que no lo hace tan bien. Es muy relativo.
Y la frase a la que hacemos alusión también viene a COMPLEMENTAR lo que dicen muchos seguidores del chavismo, “el socialismo hace más igualitarias a las personas” y sí, tienen razón, pero lo que no dicen es que, como muestran nuestros análisis, también las hacen igualitariamente más pobres. Y es que si esto no fuera así, Venezuela tendría una mejor posición en el ranking IDHD (IDH ajustado por desigualdad).
Saludos!
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Cierto, pero de igual forma, los adoctrinados bajo el neoliberalismo argumentan que el crecimiento de la riqueza de una nación repercute directamente en el bienestar social.
Habría que incluir en esos análisis tambien, para que sean verdaderamente objetivos, que igualmente se obtienen con estas mismas cifras, como el ejemplo citado donde los EU y Japón cuentan con una buena pocisión en el IDH y pierden pocisiones de forma impresionante, pues su riqueza no repercute directamente en el bienestar social.
Saludos.
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